sábado, 28 de febrero de 2015

Tú toses, yo me lo como

"Una espera protegida y controlada: una vez elaborado el pincho, deberá vigilarse el tiempo y las condiciones hasta su consumo. La cultura del pincho, tan arraigada en determinadas regiones, no está reñida con las exigencias sanitarias. Las vitrinas, bien protectoras o refrigeradas para colocar en su interior los pinchos, garantizarán que no caiga nada sobre estos y que se mantengan a una temperatura de conservación adecuada en el caso de refrigeración. Es imprescindible que sean de fácil limpieza y desinfección y que tengan lector de temperatura. Algunas tapas se elaboran en el momento, lo que implica menor riesgo, y otras se calientan. En este último caso, una temperatura adecuada será una garantía sanitaria".

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