domingo, 7 de noviembre de 2010


Pienso en los locos los días de lluvia. Recuerdo las humaredas de Gitanes, en los pequeños huecos del edificio 427 y MOrel, del antiguo Hospital de Psiquiatría de Vauclaire.
En el momento de fumar, de sostener el cigarrillo y exhalar el humo, cualquiera de ellos y ellas parecían coherentes.
Como si el humo formara imagenes de pesadillas, que expulsaba, en cada bocanada.
Y en el centro una montaña de colillas, megots, como ellos las llamaban.

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