jueves, 11 de septiembre de 2008


Tu dolor es el mío,
tu voz que se rasga,
corta,
tu voz que late,
pum,pum.,pum...
a cada recuerdo.

Tu dolor es el mío, y es tan dolor,
que rasgo,
araño las paredes,
intento hacer un surco que se llene de vida.

Tu dolor es el mío,
muerdo, cabeceo,
embisto,
a ese burladero que me llama,
a la arena,
a la nada,
al negro,de la noche..
al blanco,
a dentelladas ..

tu dolor es el mío..
tus lágrimas
las mías,
tu respiración,
tu latido:pum,pum,pum..

Todo tú..

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sonia G.,me sigo sorprendiendo con tus escritos.
Si ayer era una explosión de alegría y de vitalidad, ahora es un texto de emoción, de sentimiento y de solidaridad con otra persona.
Ni que suene cursi renuncio a utilizarla: comunión. Eso es, para mí, lo esencial de tu bello texto. Reflejas en él tu comunión con otra persona en sus momentos amargos.
Y eso es hermoso, extraordinariamente hermoso.

¡Qué suerte tiene esa persona de poder disfrutar de tu sensibilidad de ese modo! Espero que, por lo menos, se merezca ese derroche de generosidad emocional que le brindas... y si no, ¡menudo idiota!
Porque, je, je, me da que es un hombre, Sonia G.Me da que es un hombre ;-) Pero déjalo en el limbo, no lo aclares, porfa. Así nos mantienes en la intriga,que también tiene su encanto.

Saludos.

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